La Huelga general

La situación económica y política del país y el anuncio de convocatoria de una huelga general por parte de los sindicatos mayoritarios para el ¿próximo? 29 de septiembre, han inspirado a nuestro querido sacerdote los siguientes versos:

"Bien estaba la nación,
con sus crisis y su paro,
entretenidos en ver,
cuánto cae y cuan tan bajo.

Más nos faltaba un peón,
en este juego de cuadros,
no un peón trabajador,
un peón de sindicatos,

que en burla de su función,
en medio de este teatro,
completase el gran sainete,
con huelguístico alegato,

que justifique su estatus:
liberador liberado,
y estipendios que bien manan,
de la fuente del Estado,

que no por muy agotada,
ha de dejar de regallos,
pues sin dineros no hay votos,
y sin votos no hay escaño.

Un obstáculo aparece,
se impone una buena pausa,
y una causa desmerece
ante otra más alta causa:

el calor en el estío,
la canícula en la playa,
deja al luchador sin brío,
y los ánimos aplaca.

Dejémos pues las protestas,
aparcadas un buen rato
y echémonos buena siesta,
pues la crisis va pa´largo.

Un gigante bien dormido,
despertó de su letargo,
a los vecinos heló
la sangre al verlo rondando.
Más hallóse perezoso,
sin ganas de deborallos,
a su cueva se volvió,
para seguir dormitando,
poco sueño pareció
a monstruo de tal tamaño,
y sus quehaceres dejó
para después del verano."