Huelga usted mañana (loas al líder planetario)


Enterado de la huelga general convocada para el día de hoy, el padre García cayó esta mañana en la cuenta de que, tanto si hacía huelga (cosa harto difícil) como si no, su actitud sólo serviría para apoyar, desde cualquiera de los lados de la barricada, al actual gobierno. Desconcertado por tan desasosegador descubrimiento, se paró a meditar e hiló estos versos:


Los que a la calle han salido

o en la cama se han quedado,

sin querer ni por asomo,

saber nada del trabajo,


aunque protesten ahora,

en un pequeño arrebato,

contra medidas concretas

de este sabio iluminado,


en el fondo bien esperan

de su plenipotenciario,

el perdón, la comprensión,

la subvención y el acato.


Los que a trabajar han ido

y trabajando han pasado,

cual ovinos paniguados

el día junto al rebaño,


saben bien que han agradado,

como buenos ciudadanos,

al gran lider al que admiran,

que al futuro está guiando,


a esta Nación de borregos,

cual pastor estrafalario,

por cañadas de progreso,

por sendas de desengaño.


Mas bien han de perdonar,

con democrático encanto

las molestias de este día,

del transporte los retrasos,


la silicona en la puerta,

la insistencia de los tardos,

informativas escenas

de neumáticos quemados.


Mas que diferencia habrá,

entre huelgo y huelgatario,

rojos unos por dejarse,

rojos otros por descaro


Por eso hemos de gritar,

todos juntos sin desmayo,

liberados y currantes,

funcionarios y parados,


¡viva el paro general!

¡gloria al líder planetario!

Sobre la existencia de Dios


Ahí es nada, menudo tema para volver de vacaciones. A partir de la difusión en prensa de varios artículos sobre del nuevo libro de Hawkins, en los que se viene a decir (habrá que ver lo que dice el libro original) que el físico ha formulado una teoría sobre el origen del universo que no necesita de la intervención de un ser superior para poder ser explicada, han proliferado en todo tipo de foros de internet gran cantidad de listillos ávidos de celebrar esta buena nueva que nos proclama, según ellos, la demostración definitiva de la inexistencia de Dios, más por ganas fastidiar que por interés divulgativo. Si ya era insoportable encontrarse con alguno de éstos especímenes por la calle en la vida real, qué decir del ciberespacio, que está plagado.

El origen del universo parece suponer un punto de encuentro entre la ciencia física y la religión, pero no olvidemos que ambas tratan de aproximarse a la verdad con enfoques, lenguajes y métodos totalmente diferentes, por no decir opuestos. De cualquier manera, tampoco se puede afirmar que la ciencia haya logrado hasta la fecha plausibles éxitos en este campo. La mejor y más divertida caracterización del conocimiento del ser humano sobre los orígenes del universo nos la da Terry Pratchett:
"El estado de conocimiento actual sobre la cuestión es el siguiente: al principio era la nada, luego explotó. "

Por supuesto los agnósticos se ríen de los hombres que idolatran a los astros, no queramos imaginar que pensarán de los que idolatramos al hijo de un carpintero, pero hasta para ellos debería resultar evidente que "alguien movió algo".

La mejor explicación racional de esta corriente de intolerancia hacia lo religioso es la de EF Schumacher, que distingue tres etapas en la historia del pensamiento humano:
1) Una primera etapa de creencias supersticiosas y fanatismo religioso.
2) A continuación, y partir de los descubrimientos científicos, surge el pensamiento racional y la visión realista del mundo.
3) Algunas personas se dan cuenta de los límites de ese aparente racionalismo y son conscientes de que hay algo más allá de lo que lo que llamamos ciencia puede explicar.

El problema surge, para Schumacher, porque los que están en la segunda etapa, equiparan a los que están en la primera con los que estamos en la tercera. Es decir, el racionalismo científico resulta totalmente intolerante con cualquier tipo de creencia que le resulte ajena y no distingue entre la superstición y el acercamiento a la verdad a través del uso conjunto de la razón y la fe.

Hablar de fe delante de esta gente es realmente un tema tabú, porque ni siquiera saben de qué estamos hablando. Y entonces surgen los argumentos de siempre, que cómo se puede creer en Dios con esta Iglesia, que si los curas son tal o cual. En mi opinión una definición perfecta nos la da Tolkien al decir "la fe es un acto de la voluntad, inspirado por el amor". Durante nuestra vida podemos encontrar actitudes y comportamientos lamentables dentro de la Iglesia, seguramente nos habremos tropezado alguna vez con algún sacerdote que nos ha hecho sentirnos frustrados respecto de nuestra religión o habremos visto o escuchado noticias sobre crímenes cometidos en centros religiosos. Pero eso no tiene nada que ver con la fe La Iglesia es como el hombre, corrupta pero santa a la vez, pues es una iglesia de hombres, una iglesia que Cristo edificó sobre el más humano de sus discípulos, aquel que le negó tres veces. La Iglesia puede ser modélica y Dios existir. La Iglesia puede ser caótica y Dios existir. La existencia de Dios no tiene nada que ver con la realidad de Iglesia, ni la creencia en Dios puede debilitarse en función del comportamiento de los hombres, de los que en este mundo caído siempre ha de esperarse lo peor. La fe, si se posee, debe sostenerse, por definición, sobre sí misma.